En la entrada de hoy se unifican dos de mis temas favoritos. Demoliciones (con éxito en este caso) y nuevas tecnologías. Parece ser que en Tokio necesitan retirar el edificio Grand Prince Hotel Akasaka, que es un rascacielos de 140 metros de altura. Puesto que demoler un edificio por el método tradicional es un proceso muy contaminante y peligroso si no se hace bien, en Japón, han decidido encogerlo.
Los viandantes que pasen junto al edificio no notarán lo que esta ocurriendo, simplemente verán como el edificio reduce su altura de una semana para otra.
Los vídeos después del salto.
Los viandantes que pasen junto al edificio no notarán lo que esta ocurriendo, simplemente verán como el edificio reduce su altura de una semana para otra.
Los vídeos después del salto.
Quién ha decido encogerlo son las cabezas pensantes de la empresa Taisei Corp. Y en mi opinión que lo han pensado muy bien.
Básicamente el proceso consiste en colocar una fachada “de pega” que rodea las plantas a retirar. Dentro de esta fachada hay unas pilas provisionales que no son otra cosa que unos enormes gatos hidráulicos que sostendrán la cubierta del edificio, que será de las últimas partes en ser demolidas.
Una vez sujetada la cubierta se procede a la demolición de los forjados superiores, vigas y columnas con la maquinaria que sea necesaria. Finalmente se retiran los escombros mediante un sistema de poleas. De esta forma se trabaja en un espacio cerrado evitando la dispersión de partículas en el aire o la emisión de ruido.
Una vez terminado todo esto podemos volver a descender nuestra estructura externa para repetir el proceso con el número de plantas necesarias. Como colofón decir que el proceso de retirada de escombros genera energía que alimenta a otras actividades del proceso de demolición.
Desde luego es una técnica espectacular que pronto veremos en todo el mundo. En los siguientes vídeos podéis ver la explicación e imágenes de los trabajos.
Básicamente el proceso consiste en colocar una fachada “de pega” que rodea las plantas a retirar. Dentro de esta fachada hay unas pilas provisionales que no son otra cosa que unos enormes gatos hidráulicos que sostendrán la cubierta del edificio, que será de las últimas partes en ser demolidas.
Una vez sujetada la cubierta se procede a la demolición de los forjados superiores, vigas y columnas con la maquinaria que sea necesaria. Finalmente se retiran los escombros mediante un sistema de poleas. De esta forma se trabaja en un espacio cerrado evitando la dispersión de partículas en el aire o la emisión de ruido.
Una vez terminado todo esto podemos volver a descender nuestra estructura externa para repetir el proceso con el número de plantas necesarias. Como colofón decir que el proceso de retirada de escombros genera energía que alimenta a otras actividades del proceso de demolición.
Desde luego es una técnica espectacular que pronto veremos en todo el mundo. En los siguientes vídeos podéis ver la explicación e imágenes de los trabajos.
Este otro vídeo está en inglés pero tiene más imágenes de los trabajos internos de demolición.
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