LA FRASE DEL DÍA.

lunes, 19 de agosto de 2013

RECOPILATORIO. ESTEBAN TERRADAS ILLA, EL HOMBRE QUE SORPRENDIO A EINSTEIN.

Hoy hablaremos sobre Esteban Terradas Illa, el cual, es un hombre poco conocido en la actualidad, pero de él se dijo que era “uno de los 6 primeros cerebros mundiales de su tiempo”. Quien dijo esto fue nada más y nada menos que Albert Einstein, el científico más famoso y quizá más importante del S.XX.


Einstein no debía andar muy desencaminado, puesto que a Terradas es imposible encasillarlo en una única profesión o rama, la multitud de titulaciones que consiguió a lo largo de su vida así lo corrobora…

Su escasa fama en la actualidad puede deberse a que, a pesar de sus capacidades y de sus investigaciones en muchos campos, no invento multitud de ingenios o aparatos al igual que otras eminencias de su época, como por ejemplo Torres Quevedo. Terradas, por contra, prefiero dedicarse a la labor organizativa, educativa y divulgativa, consiguiendo grandes hitos en estos campos.

Pero empecemos por el principio. Terradas nació en Barcelona en Septiembre de 1883, quedándose a los 2 años huérfano y siendo educado por su tío. Muy pronto destacó en los estudios y consiguió entrar en la universidad a los 15 años. A los 20 años ya había terminado las dos licenciaturas de Ciencias Exactas y Físicas y se encontraba realizando la carrera de Ingeniero Industrial. También participo en un concurso científico en Zaragoza presentando dos trabajos distintos. Finalmente el jurado decidió repartir el primer premio, llevándose la enorme sorpresa al abrir las plicas de que ambos eran del mismo autor.

Posteriormente marchó a Madrid para continuar sus estudios de Ingeniero Industrial y realizar dos doctorados en Ciencias Exactas. Para el primero presentó una tesis sobre la absorción de luz de un determinado tipo de cristales, en el segundo desarrollo uno de los trabajos premiados, titulado: “Estudiar analíticamente las condiciones de los hilos flexibles, pesados, que suspendidos por sus extremos de dos puntos fijos, realicen catenarias de formas especiales dadas”.

En 1906 quedó vacante la cátedra de Mecánica racional en la universidad de Zaragoza y en 1907 la de Acústica y Óptica en la universidad de Barcelona. Terradas se presentó a ambas y ambas cátedras consiguió, instalándose de forma algo más estable en Barcelona. Subrayar que aún no había cumplido los 23 años.

A partir de aquí desarrolló una incesante actividad en el ámbito de la física y las matemáticas, dando numerosos cursos y conferencias y publicando numerosos artículos, todo ello en diversas instituciones y organizaciones. En 1908 participó en el primero Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias con dos intervenciones. En la primera dio a conocer la mecánica estadística de Gibbs (notable físico estadounidense ya muerto en aquella época) y en la segunda, entre otras cosas, habló de la teoría de la relatividad de Einstein, siendo esta la primera mención sobre el famoso físico en España de la que se tiene constancia.

En 1909 terminó la carrera de Ingeniero Industrial y también fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, donde leyó su trabajo “Emisión de radiaciones por cuerpos fijos o en movimiento”. En 1910 fue elegido presidente de la Sociedad Astronómica de Barcelona y en 1911 fundó la sección de ciencias del Instituto de Estudios Catalanes. En 1912 se dedicó a divulgar la teoría de los cuantos en Cataluña y participó en el Congreso Internacional de Matemáticas en Inglaterra, con sus resultados en investigaciones anteriores sobre el movimiento de hilos. Este congreso sirvió para que algunos científicos internacionales conocieran el trabajo de Terradas y utilizasen sus resultados en trabajos posteriores y también sirvió para que Terradas (entre otros participantes españoles) trajeran a España la teoría de la relatividad espacial.

A partir de aquí, Terradas limitó su labor científica a favor de carrera profesional como ingeniero. En 1919 fundó el Instituto de Electricidad y Mecánica Aplicadas siendo su director durante los primeros años. En este cargo hizo venir a España a importantes figuras internacionales del mundo de la física y las matemáticas como Hermann Weyl o el propio Einstein.


Aún queda mucho por contar pero lo aquí referido es la mayor parte de su vida académica, para una posible entrada futura me guardo su prolífica labor como ingeniero.

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